PREVENIR LOS EMBARAZOS DE
ADOLESCENTES NO PLANEADOS
*Es la prioridad en esta pandemia, a fin de
reducir en 50% la tasa de fecundidad en adolescentes y erradicar el embarazo en
niñas entre 10 y 14 años de edad en 2030, destaca la ENAPEA
A
pesar de la emergencia sanitaria por COVID-19, los servicios de Salud Sexual y
Reproductiva continúan operando en todo el país con el objetivo de redoblar
esfuerzos en la prevención del embarazo no planificado en adolescentes, el cual
podría incrementarse a 21 mil 575 embarazos en adolescentes adicionales al
promedio, que se estima ocurran a nivel nacional como consecuencia del
confinamiento por la pandemia, de acuerdo con proyecciones del Consejo Nacional
de Población (CONAPO).
“Ante
este panorama, en el marco del Día Nacional para la Prevención del Embarazo no
Planificado en Adolescentes, que se conmemora este 26 de septiembre, es
prioritario continuar con el fortalecimiento a nivel nacional del acceso a
métodos anticonceptivos y servicios de consejería en materia de salud sexual y
reproductiva en este grupo poblacional en todas las unidades de salud, como lo
ha determinado el gobierno federal desde el inicio de la pandemia”, expresó la maestra
Gabriela Rodríguez Ramírez, secretaría general del CONAPO.
De
acuerdo con proyecciones del CONAPO, entre 2020 y 2021 el número total de
adolescentes menores de 19 años con necesidades insatisfechas de anticoncepción
(sin acceso a un método anticonceptivo) se incrementará un 20% derivado de la
pandemia, ocasionando un aumento de 21 mil 575 embarazos no planificados en
adolescentes, adicionales a lo previamente estimado.
En
sintonía con los objetivos prioritarios de la Estrategia Nacional de Prevención
del Embarazo en Adolescentes (ENAPEA) de reducir en 50% la tasa específica de
fecundidad de las adolescentes y erradicar el embarazo en niñas de entre 10 y
14 años de edad para el 2030, la funcionaria destacó que “todas las acciones
enfocadas en prevenir el embarazo en adolescentes están encaminadas en contribuir
a retrasar la edad de la maternidad y de la paternidad, así como disminuir las
brechas de género al incidir en el aumento del nivel de escolaridad de las y
los adolescentes, y sentar las bases para el acceso a mejores empleos con
seguridad social y una vida saludable”.
Hoy
el CONAPO tiene una gran responsabilidad como coordinador de las acciones de la
ENAPEA 2020-2024, cuya segunda fase prioriza la territorialización de la
estrategia para fortalecer la colaboración interinstitucional para lograr
descender la tasa de embarazos en adolescentes y se erradique el índice de
niñas embarazadas y niñas madre, ya que diariamente nacen mil niños de una mamá
menor de 19 años, enfatizó la maestra Rodríguez.
ESTRATEGIA
CONVENIENTE
“El
inicio de la vida sexual a edades tempranas, la falta del uso regular de
métodos anticonceptivos y las limitaciones en su acceso, incrementadas en
tiempos de pandemia, colocan a los métodos anticonceptivos de acción prolongada
(ARAP), como una estrategia conveniente para prevenir el embarazo no
planificado en adolescentes, ya que además de ofrecer los índices más altos de
protección, su eficacia no se ve afectada por errores en su uso, olvidos o
abandono”, destacó la doctora Georgina Ruvalcaba, gineco-obstetra y gerente
médico de Innovative Women´s Health Care de Bayer de México.
En
México, la ENAPEA considera a los métodos ARAP como una alternativa conveniente
para ayudar a las mujeres jóvenes a planificar su vida reproductiva, destacando
que estos métodos se encuentran entre las opciones de primera línea para las
mujeres que estén por iniciar o hayan iniciado actividad sexual.
Como
muestra del compromiso de las autoridades sanitarias por fortalecer las
estrategias para reducir los embarazos no planificados en los adolescentes,
recientemente se integró al Compendio Nacional de Insumos para la Salud un
nuevo implante anticonceptivo subdérmico que ofrece protección hasta por cinco
años, el cual ya está disponible de manera gratuita en instituciones de salud
pública como el IMSS y Secretaría de Salud, para beneficiar a un mayor número
de mujeres jóvenes.
Por
su parte, la doctora Josefina Lira Plascencia, presidenta del Colegio Mexicano
de Especialistas en Ginecología y Obstetricia (COMEGO), destacó que el embarazo
en adolescentes constituye hoy en día un problema de origen multifactorial que
amplía las brechas sociales y de género entre la población, ya que altera el
proyecto de vida de la adolescente embarazada y de su entorno familiar, y tiene
importantes repercusiones negativas en su salud y su desarrollo psicosocial.
“Por
ello, todos los jóvenes tienen derecho a contar con información sobre salud
sexual y reproductiva, así como a acceder a estos servicios de salud con el fin
de que, si ya tienen una vida sexual activa, conozcan las opciones
anticonceptivas disponibles de manera gratuita en las unidades de salud
pública, como condones, píldoras anticonceptivas, inyecciones, dispositivo
intrauterino o implante subdérmico”, destacó.
“Para
promover un adecuado desarrollo de los y las adolescentes en su presente y
futuro, es fundamental que desde esta etapa comiencen a tomar decisiones sobre
su vida sexual y reproductiva, evitando así un embarazo no planificado, un
aborto o complicaciones como la mortalidad materna”, externó la gineco-obstetra.
Finalmente,
las especialistas coincidieron en la necesidad de unir esfuerzos para colaborar
y fortalecer las estrategias que contribuyan a reducir de manera efectiva este
problema de salud pública que amenaza el desarrollo de nuestros jóvenes.