1º DE MAYO: NADA QUE
CELEBRAR
*Casi 8 millones de personas sin trabajo y 32
millones que trabajan, pero no salen de la pobreza
Millones
de trabajadores mexicanos no saldrán a la calle para conmemorar el Día del
Trabajo, pero sí dejarán su casa para ganarse el pan de cada de día o buscar
otras oportunidades. La crisis sanitaria los ha dejado sin ingreso, sin empleo
y con una seria amenaza contra su salud y su supervivencia.
La
exigencia de un trabajo digno ha sido la demanda de cientos de movimientos
sociales por décadas; este 1º de mayo, un nuevo aniversario de la matanza de
Chicago en 1886, se conmemoran esas luchas en casi todo el mundo.
En
México, el panorama del trabajo es desolador, aún antes de la crisis económica
que apenas inicia.
Antes
de la crisis sanitaria ya estaban desempleados casi 8 millones. Y entre quienes
sí tenían trabajo asalariado, 15 millones carecían de acceso a la salud de la
seguridad, 15.2 millones no ganaban lo suficiente para sostener a su familia y
18.1 millones no tenían contrato estable.
Hoy
por ley se puede elegir libremente el sindicato, pero la mayoría de quienes
tiene trabajo asalariado siguen sin defensa, hay 30 millones sin afiliación
sindical, pues no hay sindicatos serios ni líderes honestos que los
representen.
En
las primeras semanas de la emergencia por Covid -del 13 de marzo al 6 de abril-
se perdieron en México 348 mil empleos, según informó la Secretaría del
Trabajo. Cifras estimadas indican que el número puede triplicarse si no se
frena la curva del desempleo.
Antes
de iniciarse la propagación del Covid, Frente a la Pobreza había advertido
que en México el trabajo no es la puerta de salida de la pobreza, al contrario,
en el mercado laboral existen estructuras y prácticas que son auténticas
fábricas de pobreza.
Hoy
renovamos nuestra preocupación por impulsar el trabajo digno, como la única vía
sostenible para salir de la pobreza. Frente a la pobreza, no hay programa
social que sustituya al trabajo.
EL
TRABAJO DIGNO: DERECHO HUMANO
El
derecho al trabajo digno y socialmente está previsto en el art. 123 de la
Constitución. Además el art. 1º reconoce la vigencia de los tratados
internacionales firmados por México.
El
derecho al trabajo digno, incluye entre otras: tener trabajo, percibir remuneración
suficiente para quien trabaja y su familia, acceso a servicios de salud y
seguridad social, estabilidad laboral e indemnización en caso de despido, trabajar
jornadas de trabajo con días de descanso semanal y horario no mayor a 48 horas
a la semana, y pago por horas extra, salario igual para trabajo igual, sin
distinción de sexo o edad, contar con seguridad e higiene en el trabajo y
protección contra accidentes y enfermedades laborales, acceso a capacitación y
actualización, formar y participar libremente en sindicatos para la defensa y
negociación colectiva y en caso necesario, a ejercer el derecho a huelga.
El
deterioro de las condiciones de trabajo se ha acumulado por décadas, se ha
vuelto una realidad sistémica y estructural. Este deterioro convierte a México
en uno de los peores sistemas laborales a nivel internacional, sin
correspondencia con sus otras variables económicas.
Por
ejemplo, México ocupa el 5º peor lugar en el Índice de Mejores Trabajos del
BID, solo ligeramente mejor de 4 países de Centroamérica: El Salvador,
Nicaragua, Guatemala y Honduras. Y ya no
digamos respecto a los países de la OCDE.
CAUSAS
DEL DETERIORO LABORAL
Tres
factores asociados están a la raíz de esta realidad: 1) la falta de mecanismos
de defensa y negociación colectiva, 2) la omisión y complicidad de las
autoridades del trabajo y de la justicia laboral, y 3) la proliferación de
modelos de negocios basados en la violación de derechos laborales básicos.
1.-
Falta de mecanismos de defensa y negociación: Sindicatos que no funcionan.
En
México el sindicalismo y las formas organizadas de defensa y negociación
colectiva que son constitutivas del derecho humano al trabajo, han estado
capturadas o ausentes:
--Supuestos
“sindicatos” que venden contratos de protección a la industria de la
construcción, por medio de una “placa” que se coloca en las obras para evitar
que lleguen otros extorsionadores.
--Despachos
que registran sindicatos bajo contrato con patrones, donde el representante
sindical es el abogado de la empresa.
--Escandalosos
casos de corrupción de líderes de grandes sindicatos, como el de Pemex, el de
maestros y tantos otros.
--Así
como muchos sindicatos de “trabajadores al servicio del estado” cuyas principales
conquistas de negociación son prestaciones para no trabajar: días de
vacaciones, días económicos, días feriados, permisos con goce de sueldo, y
jubilaciones anticipadas, logradas a costa del erario público.
--No
es casual, entonces que el 90% de personas con trabajo asalariado carecen de
afiliación sindical (o al menos no saben que la tienen). Y que en México no
haya una cultura de participación sindical, negociación colectiva y acuerdos de
mediano plazo entre los principales actores de la producción: empleadores y
trabajadores.
2.-
Omisión de las autoridades y falta de justicia laboral
También
las autoridades del trabajo y las juntas de conciliación y arbitraje han sido
omisas por décadas ante violación sistemática de derechos laborales.
La
reciente reforma laboral que crea un nuevo régimen de justicia laboral apenas
arranca. De inicio hay un rezago muy grande de casos, además de vicios
acumulados por litigios con múltiples incentivos para la corrupción y la
simulación.
La
falta de inspecciones permitió la proliferación de los negocios basados en
violación de derechos laborales. Se ha anunciado que esto va a cambiar. Es
urgente que así sea.
3.-
Modelos de negocios abusivos basados en violar derechos laborales. Hay tres
prácticas laborales que son altamente nocivas y que deben ser sancionadas o
incluso clausuradas por las autoridades del trabajo y que están identificadas
como outsourcing abusivo, que ya es ilegal:
--Subcontratación
con patrón sustituto, que traslada la responsabilidad legal laboral a “empresas
de papel” expertas en gestión de contratos y alargamiento de litigios;
--Uso
sistemático de contratos temporales para puestos de trabajo que son permanentes
y sustantivos, y que en muchos casos, incluso se asignan a la misma persona
durante años, con breves periodos de pausa para mantener la simulación; y
--Evasión
parcial o total de los pagos al IMSS, al INFONAVIT, del reparto de utilidades,
y otras obligaciones laborales (prima vacacional, etc.), que se han convertido
en “modelos” de gestión de nómina, reducción de “pasivos laborales” y conceptos
similares que en realidad son sinónimos de violación sistemática y abierta de
derechos laborales.
LAVADO
DE DINERO
Muchos
de estos modelos de negocios, también utilizan prácticas que son delitos. En muchos
casos este modelo se combina con empresas “factureras”, las cuales ya están
tipificadas como delito por el uso de recursos de procedencia ilícita (“lavado
de dinero”) y por defraudación fiscal.
Cuando se presentan también estas acciones deben ser sancionadas por las
autoridades de la materia, la Fiscalía General de la República (FGR) y el
Servicio de Administración Tributaria (SAT). Lo que se requiere es el
intercambio de datos, incluyendo los registros del IMSS, para darle perspectiva
estratégica e inteligencia a las inspecciones de la Secretaría del Trabajo, sin
confundir las atribuciones o sin mezclar las diferentes sanciones en los campos
laboral, fiscal y penal.
La
pobreza en México surge también del mundo del trabajo:
Estas
condiciones estructurales del mundo del trabajo son una de las causas de la
pobreza en México. No es casual que el 49% de la población carezca de ingreso
suficiente para adquirir la canasta básica o que casi el 60% de la población
carezca de acceso a la seguridad social (CONEVAL 2019).
Las
condiciones de pobreza crónica, endémica y extrema que se concentra en
poblaciones rurales e indígenas, sobretodo en el sur del país, es solo una
parte del problema. La otra causa de la pobreza se genera en la economía, en
las ciudades y entre quienes trabajan. Lo cual es una grave contradicción y un
escándalo, aunque ya se haya convertido en algo “normal”.
PROPUESTAS
DE FRENTE A LA POBREZA
Ante
estas realidades, Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, reafirma las propuestas
que siguen siendo vigentes para la etapa posterior al Covid-19 que incrementará
el desempleo y puede agudizar la precariedad de quienes trabajan, especialmente
jóvenes y mujeres:
1.-
Recuperación gradual de los salarios. Con un plan multianual para fijar el
salario mínimo en el monto necesario para mantener una familia. Como primera
meta llevarlo a $6,500 al mes, monto necesario para cubrir el costo de la
canasta básica para dos personas, antes de 2024.
2.-
Inspecciones y sanciones a modelos de negocios basados en “outsourcing” abusivo.
3.-
Medidas de autorregulación y certificación para empresas que garanticen el
cumplimiento de derechos laborales, con mecanismos efectivos de supervisión y
solventación de situaciones irregulares en proceso de resolución.
4.-
Agilizar la implementación de la reforma laboral para establecer el sistema de
justicia laboral en el poder judicial y para garantizar condiciones a un
sindicalismo democrático y representativo, que posibilite la defensa y
negociación colectiva de los trabajadores.
5.-
En una perspectiva de mediano plazo, que se ha vuelto urgente a partir de esta
emergencia, urge acordar el plan para desvincular el acceso a los servicios de
salud, así como el conjunto de los mecanismos de protección social que hoy
dependen de la seguridad social, para convertirlos en derechos de las personas,
garantizados por el Estado, con un mecanismo de financiación sostenible basado
en impuestos generales y ya no en “cuotas obrero-patronales”.