GRANDES CORPORACIONES DE
COMIDA CHATARRA ATACAN LAS
POLITICAS PUBLICAS ANTI
OBESIDAD EN AMERICA LATINA: ASA
*Organizaciones de la sociedad civil entregan carta a embajador
de Chile apoyando regulaciones contra comida chatarra y señalando al gobierno
mexicano por interferir en favor de las corporaciones
*Corporaciones afectadas realizan una batalla en la región
contra las políticas dirigidas a combatir la obesidad
Las grandes corporaciones de los alimentos y bebidas
ultraprocesadas, han lanzado una batalla para bloquear las políticas que
enfrentan la epidemia de obesidad en la región de América Latina y el Caribe,
que está colapsando los sistemas de salud pública.
En esta estrategia dichas corporaciones cuentan con el apoyo de
varios países como México, Estados Unidos y Canadá.
Las asociaciones nacionales de esta industria se han agrupado en
la Alianza Latinoamericana de
Industrias de Alimentos y Bebidas que se ha pronunciado contra las
recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de los grupos de
expertos de las naciones de la región.
Las corporaciones de manera individual, con sus asociaciones
nacionales, así como con su alianza regional, apoyadas por naciones aliadas,
están impugnando estas regulaciones en los organismos nacionales y están
acudiendo ante el Comité de Barreras Técnicas al Comercio de la OMS para exigir
que esta instancia sancione a los gobiernos de la región por estas políticas
contra la obesidad que califican de “barreras al comercio”.
La estrategia de las corporaciones, con el apoyo de los gobiernos
aliados, se ha dirigido contra:
1.- El etiquetado frontal establecido en Ecuador para alimentos y
bebidas procesadas.
2.- La regulación propuesta en Perú para alimentos y bebidas en
escuelas y para su publicidad dirigida a la infancia.
3.- El etiquetado frontal y la regulación a la publicidad de estos
productos dirigida a la infancia en Chile.
En México, esta industria con la complicidad de la Comisión
Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) estableció un
etiquetado frontal y una regulación de la publicidad dirigida a la infancia con
criterios diseñados por la propia industria.
“La región de América Latina y el Caribe presenta uno de los
mayores índices de sobrepeso y obesidad en el mundo. El sobrepeso y la obesidad
han aumentado a la par del consumo de alimentos ultraprocesados. En este
sentido, es urgente que los países de la región implementen y /o fortalezcan
sus políticas y regulaciones para reducir el consumo de bebidas y alimentos nocivos
para la salud a pesar de la oposición de la industria”, señaló Luis Manuel
Encarnación de Contrapeso
PODER DE LAS GRANDES CORPORACIONES
“Los ministros de salud de la región aprobaron en 2014 el Plan de Acción contra la Obesidad de la
Infancia y Adolescencia, presentado por la Organización Panamericana de
la Salud que establece propuestas sobre la regulación de etiquetados frontales
que permitan a los consumidores identificar los alimentos y bebidas no
saludables, así como garantizar la protección de los niños y niñas frente a la
publicidad de estos productos.
“Algunos gobiernos tratan de implementar estas políticas y son
bloqueados por el poder de las grandes corporaciones”, señaló Fiorella
Espinosa, coordinadora de Investigación en Salud Alimentaria de El Poder del
Consumidor (EPC).
“Llama la atención que el gobierno mexicano ha secundado a las
grandes corporaciones en su oposición al etiquetado desarrollado en Ecuador y
al propuesto en Chile, cuando aprobó dicho Plan.
“Hemos entregado una carta al embajador de Chile en México,
Ricardo Núñez Muñoz, para expresarle que las organizaciones de la sociedad
civil que hemos estado trabajando para enfrentar esta epidemia de sobrepeso y
obesidad damos el respaldo a las políticas que se han propuesto en Chile y desconocemos
y criticamos profundamente la posición del gobierno mexicano que atenta contra
los derechos de los consumidores chilenos a la información y contra el derecho
a la salud de los niños y niñas chilenas”, añadió Alejandro Calvillo, director
de EPC.
Por su parte Mercedes López de Vía Orgánica puntualizó: “La falta
de información es atentatoria a la Declaración Universal de Derechos Humanos,
que garantiza que el público consumidor debe conocer los contenidos para
decidir si compra o no determinado alimento, de forma fundamentada. De igual
forma, la “Ley General del
Derecho a la Alimentación Adecuada de México” (2014) garantiza el
derecho a la información sobre lo que se está consumiendo y el cuidado de la
salud de las y los consumidores a partir de alimentos y bebidas suficientes,
oportunos, de calidad e inocuos, a este problema se suma que en el contenido de
los alimentos industrializados es que en la mayoría de los casos son elaborados
con aditivos transgénicos como harinas, almidones, dextrosas y glucosas, sin
que se especifiquen esos contenidos en las etiquetas”.
La Alianza por la Salud Alimentaria consideró La Declaración de
Quito, realizada por la Alianza Latinoamericana de Asociaciones de la
Industria de Alimentos y Bebidas el pasado 11 de marzo de 2015, como una
declaración de guerra en contra de las políticas públicas de avanzada contra la
obesidad y la diabetes.
“La oposición de las grandes corporaciones ha sido muy bien
orquestada y la Declaración de Quito, es parte de una declaración de
guerra, que han hecho contra los criterios nutricionales desarrollados por las
instituciones de salud pública de los diversos gobiernos de la región, así como
de los propios criterios de la OMS sobre consumo de azúcar, en fin, contra las
políticas recomendadas para enfrentar la epidemia de obesidad”, señaló Yatziri
Zepeda, directora de Proyecto Alimente.
En tanto, Lorena Vázquez, directora de The Hunger Project México,
consideró que “el respeto y cumplimiento del derecho a la alimentación adecuada
debe ser respetado y garantizado sobre cualquier interés del sector privado. En
México y en todo Latinoamérica, estamos viviendo con la doble carga de la mala
nutrición: por un lado está el problema de la desnutrición; y por otro, la
cuestión del sobrepeso y la obesidad. En México el 14% de los niños menores de
5 años tienen una baja talla para su edad mientras 9% de estos niños tienen
sobrepeso”.