domingo, 4 de noviembre de 2018




REFLEXIONES SOBRE LA VIDA Y MUERTE DE ELISABETH KUBLER ROSS



Para quien no la conozca es una psiquiatra suiza que se especializo en el cuidado de enfermos terminales. Uno de los tantos aportes que hizo fue formular las etapas que pasa una persona antes de morir: negación, enojo, regateo, depresión, y aceptación.
Pueden encontrar explicacion en sus libros.
Las personas más bellas que hemos conocido son aquellos que han conocido la derrota, el sufrimiento, la lucha, la pérdida, y han encontrado su manera de salir de las profundidades.
Estas personas tienen una gratitud, sensibilidad y comprensión de la vida que los llena con compasión, dulzura, y una preocupación amorosa. Las personas bellas no suceden por casualidad.
Y después de su muerte, cuando la mayoría de ustedes, por primera vez, se den cuenta de qué se trata la vida, comenzarán a ver que su vida aquí no es nada más que la suma total de cada elección que han realizado durante cada momento de su vida.
Sus pensamientos, de los que son responsables, son tan reales como sus actos. Empezaran a darse cuenta de que cada palabra y cada obra afecta a su vida y también ha tocado miles de vidas.
Corremos detrás de valores, que cuando llega la muerte, se convierten en cero. Al final de su vida, nadie le pregunta cuántos diplomas tiene, cuántas mansiones, o cuántos Rolls Royce. Eso es lo que enseñan los moribundos.
Morir no es algo que temer. Puede ser la experiencia más maravillosa de su vida. Todo depende de cómo se ha vivido.
Si vive cada día de su vida correctamente, entonces no tiene nada que temer…
A lo largo de la vida, tenemos pistas que nos recuerdan la dirección que se supone debemos dirigirnos… si se mantiene enfocado, entonces aprenderá las lecciones.
No hay alegría sin dificultades. ¿Si no fuera por la muerte, apreciaríamos la vida? ¿Si no fuera por el odio, sabríamos que el objetivo final es el amor? … En esos momentos se puede, o bien mantener la negatividad y buscar la culpa, o se puede optar por sanar y seguir amando. Cuando usted aprende sus lecciones, el dolor desaparece.
Cuando hemos pasado las pruebas que hemos venido a aprender a la Tierra, se nos permite graduarnos. Nos permiten desprendernos de nuestro cuerpo, que aprisiona nuestras almas…
Hacemos progresos en la sociedad sólo si dejamos de maldecir y quejarnos de sus carencias y tenemos la valentía de hacer algo al respecto. Los que aprendieron a conocer la muerte, en lugar de temerle y luchar contra ella, se convierten en nuestros maestros acerca de la vida.

BUSCAR EL SILENCIO INTERNO

Aprenda a ponerse en contacto con el silencio dentro de sí mismo y saber que todo en esta vida tiene un propósito...
No va a crecer si se sienta en un hermoso jardín de flores, pero crecerá si está enfermo, si tiene dolor, si experimenta pérdidas, y si no se esconde bajo la tierra, tomando el dolor como un don con un propósito, muy específico.
Es sólo cuando realmente se conozca y comprenda que tenemos un tiempo limitado en la tierra -y que no tenemos forma de saber cuando nuestro tiempo ha llegado, entonces vamos a empezar a vivir cada día al máximo, como si se tratara de la única que hemos tenido.
La muerte no es más que un desprendimiento del cuerpo físico como la mariposa de su capullo. Se trata de una transición a un estado superior de conciencia donde continuara percibiendo, entendiendo, riendo, y podrá crecer.
Para aquellos que tratan de entender, la muerte es una gran fuerza creativa. El más alto los valores espirituales de la vida puede originarse a partir de la reflexión y el estudio de la muerte.
Creo que somos los únicos responsables de nuestras elecciones, y tenemos que aceptar las consecuencias de cada acto, palabra y pensamiento a lo largo de nuestra vida.
Las personas son como los vitrales-vidrieras. Brillan cuando el sol está afuera, pero cuando la noche se instala su verdadera belleza se revela sólo si hay una luz desde dentro.
La culpabilidad es quizás el más doloroso compañero de la muerte. No hay errores, ni coincidencias, todos los eventos son bendiciones dadas a nosotros para aprender.
La lección final que todos tenemos que aprender es amor incondicional, que incluye no sólo a otros sino a nosotros mismos también.
Tenemos que enseñar a la próxima generación de niños desde el primer día que son responsables de sus vidas. El mayor regalo de la humanidad, también su mayor maldición, es que tenemos libertad de elección. Podemos hacer nuestras elecciones, partiendo del amor o del miedo.
Si protege el cañón de la tempestad, nunca podrá ver la belleza de sus formas. No hay necesidad de ir a la India o en cualquier otro lugar para encontrar la paz. Usted encontrará el lugar de profundo silencio en su habitación, su jardín o incluso su bañera.



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