EL 90% DE LOS CASOS DE CANCER DE TIROIDES PUEDEN CURARSE
*Las posibilidades de
curación de esta neoplasia tienen una esperanza bastante alta
Aunque el cáncer de tiroides no es muy frecuente en México,
estimándose una prevalencia de 4 mil casos al año, en el 90% de los casos se
presenta en el sexo femenino, ocupando el sexto lugar en frecuencia y se
incrementa con la edad y en aquellos individuos con antecedentes de radioterapia
en la zona cervical. Las posibilidades de curación de esta neoplasia llegan al
90%.
El doctor Kuauhyama Luna Ortiz, cirujano oncólogo del Departamento
de Cabeza y Cuello en el Instituto Nacional de Oncología, destacó lo anterior.
“El cáncer de tiroides es un tumor maligno que crece en el
interior de la glándula tiroides. Esta glándula tiene una forma similar a la de
una mariposa y se localiza en el cuello, cerca de la tráquea. Su función es
regular el metabolismo del cuerpo, producir proteínas y ajustar la sensibilidad
del organismo a otras hormonas”, explicó.
La tiroides se rige por el yodo, un mineral presente en algunos alimentos y en la sal yodada, para elaborar
varias hormonas, que cumplen funciones tales como controlar la frecuencia cardíaca, la temperatura del cuerpo y la rapidez
con la que los alimentos se convierten en energía (metabolismo), así como la cantidad de calcio en la sangre.
“En general, la mayoría de los cánceres de tiroides suelen tener
una evolución benigna, pues el diagnóstico suele ser temprano. Sin embargo, es
un tipo de cáncer que puede volver a presentarse años después”, añadió el
especialista.
Los síntomas del cáncer de tiroides son la aparición de una
protuberancia (“bolita”) en el cuello, a la altura de la tráquea, dolor
frecuente en el cuello o en los oídos, tener dificultades para tragar, tener
problemas para respirar con normalidad, voz ronca. No obstante, muchas personas
no notan ningún síntoma y es el médico el que descubre el tumor en un análisis
rutinario.
Para detectar el cáncer de tiroides se realizan diferentes pruebas
para examinar la tiroides, el cuello y la sangre: examen físico y antecedentes,
laringoscopía, estudios de hormonas en la sangre, estudios bioquímicos de la
sangre, ecografía tomografía computarizada, bippsia por aspiración con aguja
fina de la tiroides y biopsia quirúrgica.
El doctor Kuauhyama Luna Ortíz, quien es miembro de la Unidad de
Quimioterapia Ambulatoria, explicó que hay cuatro diferentes tipos de cáncer de
tiroides: el papilar, que es el más común, el folicular, el medular y el anaplásico.
Explicó que hay diferentes tipos de tratamiento estándar para los
pacientes con cáncer de tiroides: la cirugía, que es la más común, la
radioterapia (incluso terapia con yodo radiactivo), la quimioterapia, terapia
con hormona tiroidea y terapia dirigida.
Enfatizó que en general, el cáncer de tiroides no presenta
síntomas, no causa ninguna molestia, pero el indicio básico es el tumor o bola
que sale en el cuello. Una vez realizado el diagnóstico, los pacientes tienen
un pronóstico excelente porque es uno de los tumores que más se pueden curar,
prácticamente en el 90% de los casos. Hay un rango de tumores, en el 10% de los
casos, en los que no se pueden curar, pero los pacientes pueden llevar una vida
aceptable por varios años.
La mejor opción, la piedra angular del tratamiento en el cáncer de
tiroides es la cirugía y en muchos casos, se utilizan sustancias con yodo. Si
se presenta metástasis, es decir, si el tumor se pasa a otro lado, por ejemplo
el pulmón, “hoy se dispone de tratamientos farmacológicos adecuados, que tienen
una respuesta aceptable, según hemos observado en la Unidad de Quimioterapia
Ambulatoria”, conluyó el oncólogo.
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