DHA: UN
NUTRIENTE EMERGENTE EN EL DESARROLLO COGNITIVO
*Altos niveles de DHA en la madre se relacionan
directamente a un mayor desarrollo cerebral y visual en los niños
En las últimas décadas, los
investigadores se han enfocado en las funciones biológicas y requerimientos
nutricionales del DHA por dos razones: la primera es por el papel que el DHA
desempeña en el desarrollo y en la función del sistema nervioso, así como en el
órgano visual tanto del feto como del recién nacido.
La segunda razón es por el
impacto que el DHA tiene en la nutrición de la madre, particularmente durante
la gestación y la lactancia, y por consiguiente, la cantidad de DHA que provee
a su bebé.
“El DHA es el ácido graso
omega-3 más abundante en el sistema nervioso central y periférico. Este
nutriente tiene un rol preponderante en la migración de las neuronas y de las
sinapsis, particularmente en el desarrollo fetal y durante los primeros dos
años de vida”, explicó Héctor Cori, director científico de DSM.
El DHA constituye el 25% del
total de ácidos grasos presentes en el cerebro y 97% del total de ácidos grasos
tipo omega-3 en la misma región. Además, el DHA representa 93% del total de los
ácidos grasos omega-3 en la retina y 60% de los ácidos grasos en las células
fotorreceptoras de la retina (conos y bastoncitos).
En el marco del Congreso
Latinoamericano de Nutrición, que se realizó en la ciudad de Guadalajara, los
expertos Alfonso Valenzuela (Universidad de Chile), Usha Ramakrishnan
(Universidad Emory, en Estados Unidos), Cecilia García Schinkel (Universidad
IBERO Ciudad de México y American Express), juntamente con Héctor Cori,
presentaron las evidencias científicas más actuales que comprueban por qué el
estado nutricional de DHA de la madre en las etapas pre-gestacional,
gestacional y durante la lactancia representa un factor importante para el desarrollo
cognitivo de su bebé.
Algunos estudios presentados
por los especialistas establecen, por ejemplo, que los altos niveles
plasmáticos de DHA en la madre y en la leche materna se relacionan directamente
con mayor desarrollo cerebral y visual en los niños.
Desafortunadamente, los
estudios apuntan también que los niveles de DHA en la leche materna han
disminuido significativamente en las últimas tres décadas, especialmente debido
al bajo consumo de alimentos considerados buena fuente de DHA: pescados grasos
de agua fría, como atún, salmón y sardina.
En la actualidad, el
contenido de DHA en la leche materna varía significativamente en las diferentes
poblaciones, encontrándose valores de 0.1% hasta 1% de DHA sobre el total de
ácidos grasos.
Respecto a la ingesta de DHA
entre niños y niñas latinoamericanos, un estudio realizado con una población de
6 meses hasta 36 meses de edad demostró que la ingesta media diaria era de 48.9
mg, muy por debajo de la recomendación de la European Food Safety Authority
(EFSA) y de la Food and Agricultural Organization of the United Nations (FAO)
que es de 100 mg/día para niños con más de 6 meses y hasta 36 meses.
“Teniendo esas evidencias como
base, es imprescindible garantizar el aporte suficiente de DHA para las mujeres
en las etapas de preconcepción, embarazo y lactancia, así como los niveles de
DHA en las fórmulas infantiles para aquellos casos en que la madre no pueda
alimentar al bebé, con el objetivo de un desarrollo óptimo durante los primeros
mil días y reducir el riego de enfermedades no transmisibles a lo largo de la
vida adulta”, afirmó Cori.
Hoy en día es posible
encontrar el DHA en diversos alimentos enriquecidos, entre ellos: aceite
vegetal, leche, salchichas y pechuga de pavo y jugos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario