¿CÓMO
CUIDAR LA SALUD Y FUNCIÓN DE LA INTIMIDAD FEMENINA?
*Por
cambios hormonales, exceso de ejercicio, condiciones de nacimiento o tras dar a
luz, la mujer puede sufrir diversas modificaciones en su zona íntima
Aunque
en Europa es común que las mujeres se preocupen por el aspecto de su zona
íntima, en México todavía se considera un tabú hablar del tema y, por tanto,
las mujeres evitan acudir al médico cuando tienen algún síntoma o
característica que les causa molestia.
La
salud y función de la intimidad femenina, más que una cuestión estética son
necesarias para llevar una vida plena.
“No
hay una edad promedio o una situación específica que lleve a las mujeres a
sufrir un cambio en esta zona. Las modificaciones en el llamado Monte de Venus
o los labios mayores; por ejemplo, pueden surgir tras dar a luz, por cambios
hormonales, durante la menopausia, por exceso de ejercicio, cambio de peso o
incluso desde nacimiento”, explica el doctor Fernando Iván Guerrero Burgos,
cirujano plástico, estético y reconstructivo.
El
mayor problema para realizar un diagnóstico proviene de las pacientes, quienes
por pena no admiten o buscan ayuda profesional, e incluso, a decir del
especialista, hay quienes desconocen que el problema que sufren sea poco común
entre las mujeres o que se tenga un procedimiento médico para solucionarlo.
“Hay
quienes sufren de anorgasmia y no lo manifiestan por temor, esto trasciende en
aspectos psicológicos y también en disolución de las parejas.
“Las
personas piensan que su condición ‘normal’ es no sentir
un orgasmo y desconocen que hay procedimientos médicos para hidratar las
paredes vaginales o reacomodar el punto G. Ésa es nuestra tarea como
especialistas cuando hablamos de la salud y función de intimidad femenina”,
explica el doctor.
Agrega
que “por lo regular las pacientes llegan a su consultorio cuando tocaron fondo
por falta de plenitud sexual o incluso con el ultimátum de la pareja. Registra
que no es una consulta común y que los procesos para conocer el tratamiento
ameritan revisar la historia clínica para conocer las causas y posteriormente
delimitar los pasos a seguir”.
“El
tener relaciones no debe ser doloroso, que una persona no presente o no
experimente orgasmos no es normal, la resequedad vaginal tampoco lo es, o el que
tengan fugas de orina con o sin esfuerzo. Además, en ocasiones después de un
parto o cuando se sigue un régimen alimenticio que consume mucha grasa del
cuerpo, los tejidos de esta zona se alargan y las mujeres tienen incomodidad
incluso al caminar, correr o tener relaciones sexuales”, dice.
Lo
que como especialistas desean evitar es llevar al paciente hasta el escenario
de una cirugía, así que en este sentido pueden trabajar con ácido hialurónico
para dar cuerpo a los labios mayores o proveer hidratación a la vagina. Cuando
después de varios partos la zona íntima femenina sufre cambios, se puede usar
láser para estimular las paredes y contraerlas o cerrar el canal vaginal.
Cuando
ya es un problema de piso pélvico o incontinencia se trabaja con uroginecólogos
que con el cirujano plástico laboran sobre un diagnóstico de distensión de
vejiga, por ejemplo.
“Lo
más importante es quitarse la pena, informarse que existen alternativas para
cada situación que se presente, que no sea un tabú vivir sin experimentar un
orgasmo o después de tener hijos perder todo deseo sexual, porque es una
función fisiológica y orgánica normal del ser humano, nadie debería estar
exento a disfrutarla por un padecimiento que tiene solución”, concluye el
especialista.
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