jueves, 30 de mayo de 2019




¿CÓMO CUIDAR LA SALUD Y FUNCIÓN DE LA INTIMIDAD FEMENINA?


*Por cambios hormonales, exceso de ejercicio, condiciones de nacimiento o tras dar a luz, la mujer puede sufrir diversas modificaciones en su zona íntima


Aunque en Europa es común que las mujeres se preocupen por el aspecto de su zona íntima, en México todavía se considera un tabú hablar del tema y, por tanto, las mujeres evitan acudir al médico cuando tienen algún síntoma o característica que les causa molestia.
La salud y función de la intimidad femenina, más que una cuestión estética son necesarias para llevar una vida plena.
“No hay una edad promedio o una situación específica que lleve a las mujeres a sufrir un cambio en esta zona. Las modificaciones en el llamado Monte de Venus o los labios mayores; por ejemplo, pueden surgir tras dar a luz, por cambios hormonales, durante la menopausia, por exceso de ejercicio, cambio de peso o incluso desde nacimiento”, explica el doctor Fernando Iván Guerrero Burgos, cirujano plástico, estético y reconstructivo.
El mayor problema para realizar un diagnóstico proviene de las pacientes, quienes por pena no admiten o buscan ayuda profesional, e incluso, a decir del especialista, hay quienes desconocen que el problema que sufren sea poco común entre las mujeres o que se tenga un procedimiento médico para solucionarlo.
“Hay quienes sufren de anorgasmia y no lo manifiestan por temor, esto trasciende en aspectos psicológicos y también en disolución de las parejas.
“Las personas piensan que su condición ‘normal’ es no sentir un orgasmo y desconocen que hay procedimientos médicos para hidratar las paredes vaginales o reacomodar el punto G. Ésa es nuestra tarea como especialistas cuando hablamos de la salud y función de intimidad femenina”, explica el doctor.
Agrega que “por lo regular las pacientes llegan a su consultorio cuando tocaron fondo por falta de plenitud sexual o incluso con el ultimátum de la pareja. Registra que no es una consulta común y que los procesos para conocer el tratamiento ameritan revisar la historia clínica para conocer las causas y posteriormente delimitar los pasos a seguir”.
“El tener relaciones no debe ser doloroso, que una persona no presente o no experimente orgasmos no es normal, la resequedad vaginal tampoco lo es, o el que tengan fugas de orina con o sin esfuerzo. Además, en ocasiones después de un parto o cuando se sigue un régimen alimenticio que consume mucha grasa del cuerpo, los tejidos de esta zona se alargan y las mujeres tienen incomodidad incluso al caminar, correr o tener relaciones sexuales”, dice.
Lo que como especialistas desean evitar es llevar al paciente hasta el escenario de una cirugía, así que en este sentido pueden trabajar con ácido hialurónico para dar cuerpo a los labios mayores o proveer hidratación a la vagina. Cuando después de varios partos la zona íntima femenina sufre cambios, se puede usar láser para estimular las paredes y contraerlas o cerrar el canal vaginal.
Cuando ya es un problema de piso pélvico o incontinencia se trabaja con uroginecólogos que con el cirujano plástico laboran sobre un diagnóstico de distensión de vejiga, por ejemplo.
“Lo más importante es quitarse la pena, informarse que existen alternativas para cada situación que se presente, que no sea un tabú vivir sin experimentar un orgasmo o después de tener hijos perder todo deseo sexual, porque es una función fisiológica y orgánica normal del ser humano, nadie debería estar exento a disfrutarla por un padecimiento que tiene solución”, concluye el especialista.



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