viernes, 27 de febrero de 2015

Nueva terapia radioactiva prolonga y  mejora
la vida de hombres con cáncer de próstata

*En México es el padecimiento oncológico que ocasiona el mayor número de muertes en varones

*Cloruro de Radio 223, innovador radiofármaco de partículas alfa reduce el riesgo de incapacidad en pacientes con metástasis ósea


De acuerdo con información de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en México el cáncer de próstata es el padecimiento oncológico que mayor mortalidad ocasiona entre los varones, debido a que se estima que un 60% de los pacientes reciben el diagnóstico en etapas avanzadas.
Al respecto, el doctor Samuel Rivera Rivera, médico oncólogo, afirmó que: “esta situación origina que cerca del 80% de los hombres que enfrentan cáncer de próstata en etapa avanzada desarrollen metástasis óseas, y con ello el riesgo de presentar fracturas en vértebras y cadera, compresión medular e intensos dolores en los huesos, deteriorando su movilidad y disminuyendo su expectativa de vida entre dos y cinco años”.
Es por ello que, para ofrecer esperanza a los pacientes que enfrentan cáncer de próstata avanzado que se ha propagado en los huesos (metástasis) y cuya expectativa de vida es reducida, se suma al arsenal terapéutico oncológico el Cloruro de Radio 223, innovador radiofármaco capaz de extender la sobrevida y reducir las complicaciones provocadas por el daño óseo en quienes viven esta condición de salud.
El también vicepresidente de la Sociedad Mexicana de Oncología añadió que ante esta realidad el Cloruro de Radio 223 permitirá cambiar el pronóstico de aquellos pacientes con cáncer de próstata con metástasis ósea cuyas terapias convencionales (terapia hormonal) han perdido eficacia, al incrementar la supervivencia, controlar el desarrollo de metástasis, así como disminuir el dolor y el riesgo de fractura y comprensión medular, manteniendo una calidad de vida satisfactoria e independencia en quien lo recibe.
“Esta terapia es el único tratamiento en el mundo emisor de partículas alfa, las cuales viajan por el torrente sanguíneo para mimetizarse o imitar a las células del calcio, integrándose a los huesos y liberando neutrones encargados de destruir las células cancerígenas que han invadido el sistema óseo” destacó el doctor Jorge Schalch Ponce de León, jefe de Servicio de Medicina Nuclear del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias.
Agregó que “la partícula alfa compuesta por dos protones y dos neutrones, es capaz de matar el cáncer en y alrededor del hueso, debido a que es un calciomimético, el cual se dirige hacia donde está el calcio, atacando principalmente sitios de metástasis osteoblásticas en donde existe mucha formación de hueso”.
A diferencia de cualquier otra terapia de radiación, como la gamma (que penetra profundamente los tejidos) y la beta (que tienen una penetración más limitada), las partículas alfa del Radio 223 son las más grandes y las que tienen un alcance más corto (de 2 a 10 diámetros celulares, aproximadamente 0.05 mm), por lo que permite actuar de manera específica en las metástasis óseas, procurando menor daño a los tejidos sanos circundantes.

AUMENTA LA SUPERVIVENCIA

Por su parte el doctor Iván Romarico González Espinoza, internista y oncólogo médico integrante del Hospital Ángeles Puebla, manifestó que de acuerdo con análisis clínicos internacionales, el Cloruro de Radio 223 ha demostrado incrementar significativamente la supervivencia y calidad de vida en quienes enfrentan cáncer de próstata con metástasis ósea resistente a la castración, al aumentar la supervivencia global a 15.6 meses, retrasar hasta 8.4 meses el tiempo de aparición del primer evento esquelético sintomático, así como reducir el riesgo de compresión medular en 48% y el riesgo de fractura en 38%.
“El apego al tratamiento es un punto fundamental en el control de las enfermedades oncológicas, por lo cual esta molécula –que se aplica por medio de una inyección– puede administrarse de manera ambulatoria, permitiendo a los pacientes volver a su hogar inmediatamente después de su aplicación”, destacó el especialista, quien ya cuenta con pacientes bajo este tratamiento.
El contar ahora con un tratamiento como Cloruro de Radio 223 para el cáncer de próstata con metástasis ósea en paciente resistentes a castración (terapia hormonal) es de gran relevancia, ya que permite ofrecer esperanza a los pacientes y a sus familiares, sobre todo cuando ya no se contaba con herramientas terapéuticas para ayudar a quienes desarrollan una enfermedad tan devastadora y dolorosa como el cáncer de próstata que se ha extendido a los huesos.
Es una realidad que, cuando el cáncer se ha diseminado a otras partes del organismo, el objetivo en el tratamiento es extender y mejorar la vida de los pacientes, permitiéndoles disfrutar más momentos de vida en compañía de sus seres queridos, por lo que este radiofármaco da la oportunidad de mejorar las expectativas de quienes han acudido en busca de ayuda, brindándoles bienestar y sobrevida, lo cual es invaluable.
Finalmente, el doctor Antonio Montante, médico senior de la División de Oncología de Bayer HealthCare Pharmaceuticals, destacó que “en la historia del manejo del cáncer de próstata, hasta la llegada de Cloruro de Radio 223 no se contaba con un tratamiento que ofreciera sobrevida al paciente que enfrenta la complicación más frecuente y severa de este cáncer: la metástasis ósea”.
“Confiamos que en un futuro cercano este innovador radiofármaco pueda estar a disposición de las instituciones de salud pública en beneficio de todos los mexicanos que lo requieran”, enfatizó.
Cabe destacar que la aprobación de Cloruro de Radio 223 por parte de las autoridades sanitarias de México se une a las aprobaciones otorgadas por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) para la Unión Europea y por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) en Estados Unidos.

CANCER DE PROSTATA


El término cáncer es genérico y designa un amplio grupo de enfermedades que pueden afectar cualquier parte del cuerpo humano, adoptando el nombre del punto donde se originan. Se caracteriza por la proliferación descontrolada de células anormales o malignas, que pueden formar una masa de tejido llamada tumor, el cual puede ser benigno (no canceroso) o maligno (canceroso).
Las células de los tumores malignos o cancerosos pueden diseminarse a otras partes del cuerpo a través de tejidos, sistema linfático y sangre, produciendo lo que se conoce como metástasis.
La próstata es una glándula exclusivamente masculina, ubicada delante del recto por debajo de la vejiga, rodeando la uretra, que es un conducto parecido a un tubo que transporta la orina y el semen a través del pene.
Su función principal es producir el líquido seminal, el cual protege, mantiene y ayuda a transportar el esperma.
La próstata se desarrolla antes del nacimiento y sigue creciendo hasta la edad adulta del varón y su tamaño varía con la edad. En un adulto joven es del tamaño de una nuez y las hormonas masculinas, llamadas andrógenos promueven este crecimiento. La testosterona es el andrógeno principal que se produce en los testículos.
En los adultos de mayor edad, la parte inferior de la próstata, en torno a la uretra, generalmente sigue creciendo y causa una condición común denominada hiperplasia prostática benigna (HPB).
Cuando se presenta esta afección, el tejido de la próstata puede llegar a presionar la uretra, causando problemas al paso de la orina. Puede ser problema grave, pero no cáncer.
El cáncer se caracteriza por la proliferación descontrolada de células en la glándula prostática, que contiene varios tipo de células, pero casi todos los casos de cáncer en este órgano se desarrollan a partir de las que producen el líquido seminal.
Cuando el cáncer comienza en las células glandulares el término médico es adenocarcinoma. En algunos casos crecen y se propagan rápidamente, pero la mayoría son lentos. Algunos estudios hechos en autopsias han mostrado que entre 70% y 80% de los hombres de edad avanzada fallecidos por enfermedades desconocidas, tenían cáncer de próstata.
En muy pocas ocasiones puede presentarse antes de los 40 años de edad, pero aumenta después de los 50. En 6 de cada 10 casos se detecta a los 65 años o más. Uno de cada seis varones será diagnosticado positivamente en el transcurso de su vida.
Es más común en hombre de raza negra, incluyendo hispanos y menos común en indígenas americanos.
El crecimiento no canceroso de células que cubre la glándula prostática puede tener un riesgo mayor de cáncer, así como aquellos hombres cuya dieta es alta en grasa animal o a base de carne. También son más vulnerables quienes tienen un elevado consumo de alcohol o los que se exponen con mayor frecuencia a los rayos ultravioleta.

ESTADIOS DEL CÁNCER Y METÁSTASIS

Estadio es la manera de describir dónde está ubicado el cáncer, si se ha diseminado, hacia dónde y si afecta ya las funciones de otros órganos. De acuerdo con la Escala de Gleason, que es el sistema para medir el grado de agresividad de un cáncer, los estadios del cáncer protástico son cuatro:
1.- Sólo se encuentra en la próstata y no hay síntomas.
II.- Permanece en la próstata y es detectado.
III.- Se diseminó más allá de la capa externa de la próstata, posiblemente hasta las vesículas seminales, pero no afecta los ganglios linfáticos. A partir de esta fase se clasifica como cáncer avanzado.
IV.- Se extendió más allá de las vesículas seminales, tejidos u órganos cercanos como: recto, vejiga, pared pélvica, ganglios linfáticos y huesos.
Metástasis es el traslado o diseminación de las células cancerosas de un órgano o tejido a otro. Estas células malignas se propagan, generalmente, a través de la sangre o del sistema linfático y depende del tipo de cáncer para que hagan metástasis en otras partes del cuerpo. Si el cáncer de próstata se disemina hacia oras zonas del organismo, lo más común es que se dirija a los huesos en primer lugar. Una vez en estos, las células tumorales y las células óseas responsables de la formación y destrucción de hueso derivan en un excesivo crecimiento de hueso y un rápido crecimiento tumoral. A esto se le llama metástasis ósea.
Se trata de una complicación de las más incapacitantes y riesgosas que afecta a los varones con cáncer avanzado, que puede causar fractura de cadera, compresión nerviosa de la médula, aumento en los niveles de calcio en la sangre y dolor óseo, los cuales disminuyen la calidad y expectativa de vida del paciente.
No es curable, pero un buen tratamiento puede reducir, detener o retrasar su avance.
Para detectar las metástasis óseas se puede recurrir a la radiografía; tomografía axial computarizada, que puede determinar el tamaño, la forma del tumor y la probabilidad de una fractura; tomografía por emisión de positrones, que es una inyección de azúcar radioactiva en pequeñas cantidades en la sangre, pero no es muy efectiva; gammagrafía ósea (Tc-99m-DPM), con posibilidad de 97% para detectar la metástasis, que es la usada con mayor frecuencia. La resonancia magnética es muy útil para ver la columna vertebral y la médula espinal, se utiliza si se sospecha que hay compresión de la médula espinal.
Estas metástasis son la más importante causa de mortalidad y morbilidad en los pacientes resistentes a la castración, ya que tienen 6.6 veces más riesgo de morir que aquellos cuyos huesos no han sido tocados por el cáncer. La expectativa de vida de ésos es de aproximadamente dos años.

CLORURO DE RADIO 223

Es una nueva terapia de supervivencia en el tratamiento de metástasis ósea en pacientes con cáncer de próstata resistente a la castración. Se trata de un nuevo agente terapéutico cuyo mecanismo de acción único va dirigido al hueso, con potente efecto antitumoral.
Ofrece más momentos de vida al prolongar la sobrevida global, retrasa los eventos óseos sintomáticos, reduce el dolor óseo y una mejor calidad de vida al paciente.
Radiofármaco que reduce, tanto los síntomas como la incidencia de nuevas metástasis, al tiempo que mejora la supervivencia general.
Es el primer y único fármaco que emite partículas alfa, las cuales “imitan” al calcio, que se dirigen específicamente a las metástasis integrándose a los huesos y liberando neutrones encargados de destruir las células cancerígenas.
Por tratarse una radioterapia, el Cloruro de Radio 223 no sólo elimina el tumor primario, sino también aquellas líneas celulares que están dispersas, aún aquellas que no se detectan por los métodos actuales de imagenología.
Debido a su longitud de corto recorrido de las partículas alfa, de menos de 10 díámetros celulares, evita un menor número de severidad de eventos adversos.
Este novedoso medicamento de Bayer, ha demostrado un buen perfil de seguridad rompiendo paradigmas de los radiofármacos, ya que no existen restricciones relacionadas con el contacto con otras personas, luego de recibir la terapia.



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